¿Qué son?
Las botellas sensoriales son botellas, hechas de materiales seguros para evitar accidentes, que contienen dentro distintos objetos de colores y texturas que al moverse cambian de forma y estimulan a los bebés o niños pequeños.
Lo ideales que sea una botella de plástico, de manera que el niño pueda manipularla sin temor a romperla. También es importante que la botella sea transparente y lisa ya que así el pequeño podrá ver sin dificultades su contenido. En cuestión de tamaño, para los bebes son ideales las botellas de 200ml, para los mayorcitos se pueden usar botellas de 500ml.
Las botellas sensoriales consiguen varios objetivos, entre ellos:
- El conocimiento del entorno. Uno de los primeros conocimientos de los más pequeños es reconocer su entorno. El interior de las botellas es un microcosmos que reproduce elementos de la naturaleza, desde colores a objetos, lugares o incluso estaciones del año.
- La estimulación de la vista. Para poder observar el interior de la botella a fijar la mirada, enfocar distintos planos visuales y a identificar objetos.
- El pensamiento abstracto. En la misma línea, las botellas sensoriales permiten estimular el pensamiento abstracto al entender lo que reproduce el interior de cada botella.
- La concentración y relajación. No todos son estímulos excitantes. Las botellas sensoriales también consiguen el efecto contrario, tienen la capacidad de mantener la atracción de los bebés y de relajarles.
- La estimulación motora. Las botellas están pensadas para ser manipuladas, mordidas, rodadas… Con el movimiento cambian los colores y se generan sonidos. Aprenden a manipular las botellas a su antojo para conseguir el efecto deseado, convirtiéndolo en una herramienta de estimulación motora temprana perfecta. . Estimulan también la musculatura al exigir el aprendizaje de destrezas motrices para sujetar, girar y agitar las botellas
- Los estímulos auditivos. Aprenden a distinguir distintos sonidos localizando sus fuentes, el silencio y el ruido; y a entender que distintas texturas hacen distintos sonidos.
Además, con los niños más mayores podemos trabajar el lenguaje describiendo lo que ven y/o sucede en las diferentes botellas. Ampliando su vocabulario y trabajando el método descriptivo.
En definitiva, es una actividad altamente estimulante dirigida los niños en edad preescolar que genera sensaciones muy agradables con distintos materiales.
Nosotras ya hemos creado las nuestras, y vosotros… ¿os animáis?